Inter le ganó a Bologna en San Siro y suma tranquilidad en la punta
ROMA - In
ter recibió a Bologna y le ganó por 3 a 0 gracias a un doblete del brasilero Thiago Motta, intermediado por el gol de Mario Balotelli. Así, los nerazzurri suman 66 puntos y siguen primeros en la tabla, mientras que Bologna se quedó parado con 35 unidades y, por el momento, ocupa la 14ª plaza.
El partido, por lo menos al inicio, fue más equilibrado de lo que parece indicar el marcador, con la visita bien parada en la cancha y muy cerca del gol con un buen tiro libre de Adailton, que astilló el palo antes de perderse por el fondo.
Sin embargo, más allá de las muchas ausencias, la calidad de los tetracampeones fue talmente superior que lograron crear ocasiones con una cierta facilidad: la clave estuvo sobre todo en los cortes de los volantes, Stankovic y sobre todo Thiago Motta, quines a menudo se metieron en el área, aprovecharon de los espacios abiertos por el gran trabajo de Milito y crearon grandes peligros.
Así, luego de un par de chances para ponerse en ventaja, finalmente llegó el 1 a 0: T. Motta recibió sobre el límite del área, algo por izquierda, y remató de zurda en diagonal, con el balón que pasó entre algunos defensores y se metió justo a lado del poste derecho, con el arquero incapaz de atraparlo porque pudo verlo solamente al final.
Los locales siguieron con el dominio del balón, con calma y serenidad, y tuvieron un par de ocasiones para cerrar el partido, aún cuando al final de etapa Modesto le hizo un gran favor, al desperdiciar desde fácil posición una jugada que hubiera podido transformar en el 1 a 1.
En el complemento, Inter continuó con el control del partido, manteniendo el ritmo bajo y confiando en los buenos esquemas ofensivos para meter el golpe del nocaut. La táctica dio enseguida sus frutos, porque ya al séptimo minuto Milito pudo conducir una buena contra y metió un balón de oro en el medio para Balotelli, quien prácticamente solo contra el portero de interno derecho la mandó a guardar.
Desde ese momento, Bologna empujó con todo y los resultados fueron tan positivos que no se entiende porque no haya jugado así todo el partido. De todas maneras, los nerazzurri se defendieron muy bien y los frutos del juego visitante fueron solamente un penal no cobrado y un par de remates no tan peligrosos para Julio César.
Así, con el pasar de los minutos el partido se fue apagando, Inter pudo crear de nuevo algún peligro y, a cinco minutos del final, otra vez Thiago Motta anotó, con un buen corte por el medio y un zurdazo inatajable, y le dio cifras seguramente un poco exageradas al marcador final.
Un triunfo era la mejor manera para Inter para presentarse al desafío del martes en Moscú que será fundamental para toda la temporada: así, en efecto, los nerazzurri siguen primeros y llenos de confianza para lograr obtener grandes resultados en esta campaña. Bologna, por su parte, deberá cuidarse, porque ahora son apenas cuatro los puntos que lo separan del umbral del descenso, que con seis fechas para disputar no parecen un colchón suficiente.
ter recibió a Bologna y le ganó por 3 a 0 gracias a un doblete del brasilero Thiago Motta, intermediado por el gol de Mario Balotelli. Así, los nerazzurri suman 66 puntos y siguen primeros en la tabla, mientras que Bologna se quedó parado con 35 unidades y, por el momento, ocupa la 14ª plaza.El partido, por lo menos al inicio, fue más equilibrado de lo que parece indicar el marcador, con la visita bien parada en la cancha y muy cerca del gol con un buen tiro libre de Adailton, que astilló el palo antes de perderse por el fondo.
Sin embargo, más allá de las muchas ausencias, la calidad de los tetracampeones fue talmente superior que lograron crear ocasiones con una cierta facilidad: la clave estuvo sobre todo en los cortes de los volantes, Stankovic y sobre todo Thiago Motta, quines a menudo se metieron en el área, aprovecharon de los espacios abiertos por el gran trabajo de Milito y crearon grandes peligros.
Así, luego de un par de chances para ponerse en ventaja, finalmente llegó el 1 a 0: T. Motta recibió sobre el límite del área, algo por izquierda, y remató de zurda en diagonal, con el balón que pasó entre algunos defensores y se metió justo a lado del poste derecho, con el arquero incapaz de atraparlo porque pudo verlo solamente al final.
Los locales siguieron con el dominio del balón, con calma y serenidad, y tuvieron un par de ocasiones para cerrar el partido, aún cuando al final de etapa Modesto le hizo un gran favor, al desperdiciar desde fácil posición una jugada que hubiera podido transformar en el 1 a 1.
En el complemento, Inter continuó con el control del partido, manteniendo el ritmo bajo y confiando en los buenos esquemas ofensivos para meter el golpe del nocaut. La táctica dio enseguida sus frutos, porque ya al séptimo minuto Milito pudo conducir una buena contra y metió un balón de oro en el medio para Balotelli, quien prácticamente solo contra el portero de interno derecho la mandó a guardar.
Desde ese momento, Bologna empujó con todo y los resultados fueron tan positivos que no se entiende porque no haya jugado así todo el partido. De todas maneras, los nerazzurri se defendieron muy bien y los frutos del juego visitante fueron solamente un penal no cobrado y un par de remates no tan peligrosos para Julio César.
Así, con el pasar de los minutos el partido se fue apagando, Inter pudo crear de nuevo algún peligro y, a cinco minutos del final, otra vez Thiago Motta anotó, con un buen corte por el medio y un zurdazo inatajable, y le dio cifras seguramente un poco exageradas al marcador final.
Un triunfo era la mejor manera para Inter para presentarse al desafío del martes en Moscú que será fundamental para toda la temporada: así, en efecto, los nerazzurri siguen primeros y llenos de confianza para lograr obtener grandes resultados en esta campaña. Bologna, por su parte, deberá cuidarse, porque ahora son apenas cuatro los puntos que lo separan del umbral del descenso, que con seis fechas para disputar no parecen un colchón suficiente.
Bari 0 - 1 AS Roma
Roma sufrió, pero pudo ganarle a Bari a domicilio y sigue en la estela de Inter
ROMA - En el estadio San Nicola, Roma le ganó de visitante a Bari por la mínima diferencia gracias al gol de Mirko Vucinic, que mantiene a la Loba segunda y en la estela de Inter, con 65 puntos. Los Gallitos del Sur, por su parte, comparten con Parma la décima posición con 43 unidades.
El partido fue realmente entretenido, con buenas ocasiones por un lado y por el otro y, en realidad, los locales hubieran merecido por lo menos un punto, porque jugaron muy bien y tuvieron muchas chances para anotar.
En efecto, en el primer tiempo los giallorossi debieron presionar muy altos para intentar cortar desde el principio la maniobra de sus rivales, porque cada vez que el local lograba construir con calma creaba peligros. Burdisso, por ejemplo, tuvo que inmolarse en el área para sacar un remate a golpe seguro de Barreto.
Gracias a ese pressing alto, Roma logró ahogar a menudo el juego de Bari, sufrir menos y recuperar una buena cantidad de balones en la mitad de la cancha de sus adversarios. A todo eso, se sumó una buena maniobra, bien dirigida por Pizarro y hábilmente finalizada por los tres grandes delanteros Totti, Vucinic y Toni.
El gol del 1 a 0, efectivamente, fue fruto de una hermosa jugada del tridente: Totti recibió sobre la "trescuartos" y la tocó en vertical para Toni, quien cerca de la medialuna la aguantó bárbaro y metió un cuchillazo hacia el punto del penal. Ahí llegaba Vucinic, quien se metió en el área con un pique de quince metros y de primera conectó el balón con el puntín derecho, clavándolo a lado del poste a la izquierda del arquero.
La ventaja les cortó un poco las piernas a los Gallitos del Sur, quienes bajaron un poco el ritmo y hasta el final de etapa la Loba pudo controlar sin demasiados problemas. En el complemento, pero, Ventura lo puso a Rivas por Kamatá y el argentino revitalizó a su equipo, con una disparo ya al primer minuto, que Riise logró sacar sobre la línea.
La visita no logró mantener la presión de los primeros 45 minutos, así que Bari pudo jugar mucho sobre las franjas y atacar con constancia. También Roma creó algún peligro, pero cuando Ranieri los cambió a Vucinic y a Totti para darles descanso, su peligrosidad disminuyó muchísimo y, entonces, los giallorossi se concentraron sobre todo en mantener el balón para congelar el partido.
Pero Bari atacó mucho y Roma tuvo que sufrir para aguantar el resultado, cosa que logró hacer solamente gracias a un par de errores de los jugadores locales en los últimos 15 metros.
Sea como sea, el triunfo llegó y los capitalinos cumplieron con su importante misión: quedarse a un punto de Inter, a tiro para aprovechar cualquier futuro tropezón del puntero. Bari, por su parte, demostró porque es uno de los equipos que más sorprendió en este torneo: su juego y su actitud son un tributo al fútbol.
El partido fue realmente entretenido, con buenas ocasiones por un lado y por el otro y, en realidad, los locales hubieran merecido por lo menos un punto, porque jugaron muy bien y tuvieron muchas chances para anotar.
En efecto, en el primer tiempo los giallorossi debieron presionar muy altos para intentar cortar desde el principio la maniobra de sus rivales, porque cada vez que el local lograba construir con calma creaba peligros. Burdisso, por ejemplo, tuvo que inmolarse en el área para sacar un remate a golpe seguro de Barreto.
Gracias a ese pressing alto, Roma logró ahogar a menudo el juego de Bari, sufrir menos y recuperar una buena cantidad de balones en la mitad de la cancha de sus adversarios. A todo eso, se sumó una buena maniobra, bien dirigida por Pizarro y hábilmente finalizada por los tres grandes delanteros Totti, Vucinic y Toni.
El gol del 1 a 0, efectivamente, fue fruto de una hermosa jugada del tridente: Totti recibió sobre la "trescuartos" y la tocó en vertical para Toni, quien cerca de la medialuna la aguantó bárbaro y metió un cuchillazo hacia el punto del penal. Ahí llegaba Vucinic, quien se metió en el área con un pique de quince metros y de primera conectó el balón con el puntín derecho, clavándolo a lado del poste a la izquierda del arquero.
La ventaja les cortó un poco las piernas a los Gallitos del Sur, quienes bajaron un poco el ritmo y hasta el final de etapa la Loba pudo controlar sin demasiados problemas. En el complemento, pero, Ventura lo puso a Rivas por Kamatá y el argentino revitalizó a su equipo, con una disparo ya al primer minuto, que Riise logró sacar sobre la línea.
La visita no logró mantener la presión de los primeros 45 minutos, así que Bari pudo jugar mucho sobre las franjas y atacar con constancia. También Roma creó algún peligro, pero cuando Ranieri los cambió a Vucinic y a Totti para darles descanso, su peligrosidad disminuyó muchísimo y, entonces, los giallorossi se concentraron sobre todo en mantener el balón para congelar el partido.
Pero Bari atacó mucho y Roma tuvo que sufrir para aguantar el resultado, cosa que logró hacer solamente gracias a un par de errores de los jugadores locales en los últimos 15 metros.
Sea como sea, el triunfo llegó y los capitalinos cumplieron con su importante misión: quedarse a un punto de Inter, a tiro para aprovechar cualquier futuro tropezón del puntero. Bari, por su parte, demostró porque es uno de los equipos que más sorprendió en este torneo: su juego y su actitud son un tributo al fútbol.
Cagliari 2 - 3 AC Milan
Milan ganó en Cagliari y sigue en la estela de los primeros
ROMA - Lo importante era ganar, para seguir prendido con los primeros, puesto que Milan, entre los tres pretendientes a la corona, era sin duda el que tenía la tarea más complicada en la cancha de Cagliari. Además, el equipo rososnero estaba llamado a mostrar una reacción, luego de tres partidos sin triunfos, en los que había perdido la chance de quedar en la primera posición.
El equipo de Leonardo, si bien entre varios sobresaltos, cumplió con lo que se le pedía: ganó, un 3 a 2 firmado por Marco Borriello, Klaas-Jan Huntelaar y el gol en contra de Davide Astori, luego de los dos empates trasnitorios sellados por Daniele Ragatzu y Alessandro Matri, y también mostró atisbos de esa reacción requerida.
Así, Milan sorteó ese difícil obstáculo y sigue tercero en la tabla, ahora con 63 puntos, a tres del líder Inter y a dos del escolta Roma. Cagliari, por su parte, se mantiene con 40 unidades en la decimosegunda ubicación, ya a salvo del descenso y sin objetivos reales para conseguir.
A pesar de esa falta de estímulos, Cagliari jugó un buen partido, de igual a igual con un Milan que, una vez más, recurrió al esquema muy ofensivo 4-2-1-3, con Seedorf en posición de enganche detrás del tridente integrado por Huntelaar, Borriello y Ronaldinho. Fue justamente el holandés quien, juntándose con los tres atacantes, empujó a Milan hacia adelante.
Así nació el primer gol, una pared entre Borriello, quien arrancó por izquierda, y Seedorf, quien parado en la medialuna le devolvió el balón al compañero con un displicente toque de externo derecho, para que el goleador, ya en el área, definiera con un remate rasante de derecha, él que es zurdo, al primer palo.
Pero la actitud muy ofensiva de Milan pagaba un precio en la fase defensiva, con los hombres de la última línea visitante que sufrían ante los rápidos contraataques locales. Así llegó el empate, cuando Thiago Silva le cometió penal a Daniele Conti pero, antes de que el referí pudiese cobrar, la pelota derivó hacia Regatzu quien, con un derechazo inapelable, la mandó a guardar y puso a todos de acuerdo.
Ni un minuto y Milan volvió arriba: Huntelaar, picado en pisición central, dejó correr el balón unos metros, se coordinó y despachó el zurdazo potente y preciso, inatajable, que se metió justo en el ángulo superior a la derecha del inculpable Marchetti.
Pero Pirlo volvió a equivocarse, perdió una pelota en la salida, dejó al local en una jugada de tres contra dos y para Matri fue muy simple empatar, con un derechazo rasante al segundo palo sobre la salida desesperada de Dida. Barajar y dar de vuelta, señores.
Esta vez, la nueva ventaja visitante llegó gracias a un regalo, que compensó el anterior de Pirlo: Abate se fue muy bien por derecha y, llegado al fondo, metió un centro bastante intrascendente, pero Marchetti erró la salida abajo y el balón fue a dar en la rodilla del joven defensor Astori, para carambolar al fondo de la red.
Podría haber suspicacias, porque el pase de Astori le pertenece a Milan y ya está anunciado su regreso "a casa", pero la dinámica de la jugada nos permite afirmar que se trató simplemente del más clásico y desafortunado gol en contra.
En el complemento, Milan fue más prudente, inclusive a nivel de cambios, puesto que fueron ingresando Zambrotta por Huntelaar, luego Gattuso por Pirlo y Oddo por Abate. Con esta conformación (4-3-1-2) mucho más clásica y sólida, Milan defendió su ventaja, pero aún así sufrió algún sobresalto, como cuando Dida antes y Antonini después, en la misma jugada, les negaron el gol a Regatzu y Lazzari, o cuando el arquero brasileño, con un reflejo impresionante, le ahogó el grito al recién ingresado Larrivey, quien había cabeceado casi a quemarropa.
En suma, un triunfo todo sumado merecido para el rossonero, que sigue demostrando su poco equilibrio pero ofrece gran espectáculo y no traicciona la filosofía ofensiva y valiente de su entrenador. Cagliari jugó su mejor partido de los últimos tiempos y estuvo cerca de un prestigioso empate, pero evidentemente había en la cancha una enorme diferencia de motivaciones.
El equipo de Leonardo, si bien entre varios sobresaltos, cumplió con lo que se le pedía: ganó, un 3 a 2 firmado por Marco Borriello, Klaas-Jan Huntelaar y el gol en contra de Davide Astori, luego de los dos empates trasnitorios sellados por Daniele Ragatzu y Alessandro Matri, y también mostró atisbos de esa reacción requerida.
Así, Milan sorteó ese difícil obstáculo y sigue tercero en la tabla, ahora con 63 puntos, a tres del líder Inter y a dos del escolta Roma. Cagliari, por su parte, se mantiene con 40 unidades en la decimosegunda ubicación, ya a salvo del descenso y sin objetivos reales para conseguir.
A pesar de esa falta de estímulos, Cagliari jugó un buen partido, de igual a igual con un Milan que, una vez más, recurrió al esquema muy ofensivo 4-2-1-3, con Seedorf en posición de enganche detrás del tridente integrado por Huntelaar, Borriello y Ronaldinho. Fue justamente el holandés quien, juntándose con los tres atacantes, empujó a Milan hacia adelante.
Así nació el primer gol, una pared entre Borriello, quien arrancó por izquierda, y Seedorf, quien parado en la medialuna le devolvió el balón al compañero con un displicente toque de externo derecho, para que el goleador, ya en el área, definiera con un remate rasante de derecha, él que es zurdo, al primer palo.
Pero la actitud muy ofensiva de Milan pagaba un precio en la fase defensiva, con los hombres de la última línea visitante que sufrían ante los rápidos contraataques locales. Así llegó el empate, cuando Thiago Silva le cometió penal a Daniele Conti pero, antes de que el referí pudiese cobrar, la pelota derivó hacia Regatzu quien, con un derechazo inapelable, la mandó a guardar y puso a todos de acuerdo.
Ni un minuto y Milan volvió arriba: Huntelaar, picado en pisición central, dejó correr el balón unos metros, se coordinó y despachó el zurdazo potente y preciso, inatajable, que se metió justo en el ángulo superior a la derecha del inculpable Marchetti.
Pero Pirlo volvió a equivocarse, perdió una pelota en la salida, dejó al local en una jugada de tres contra dos y para Matri fue muy simple empatar, con un derechazo rasante al segundo palo sobre la salida desesperada de Dida. Barajar y dar de vuelta, señores.
Esta vez, la nueva ventaja visitante llegó gracias a un regalo, que compensó el anterior de Pirlo: Abate se fue muy bien por derecha y, llegado al fondo, metió un centro bastante intrascendente, pero Marchetti erró la salida abajo y el balón fue a dar en la rodilla del joven defensor Astori, para carambolar al fondo de la red.
Podría haber suspicacias, porque el pase de Astori le pertenece a Milan y ya está anunciado su regreso "a casa", pero la dinámica de la jugada nos permite afirmar que se trató simplemente del más clásico y desafortunado gol en contra.
En el complemento, Milan fue más prudente, inclusive a nivel de cambios, puesto que fueron ingresando Zambrotta por Huntelaar, luego Gattuso por Pirlo y Oddo por Abate. Con esta conformación (4-3-1-2) mucho más clásica y sólida, Milan defendió su ventaja, pero aún así sufrió algún sobresalto, como cuando Dida antes y Antonini después, en la misma jugada, les negaron el gol a Regatzu y Lazzari, o cuando el arquero brasileño, con un reflejo impresionante, le ahogó el grito al recién ingresado Larrivey, quien había cabeceado casi a quemarropa.
En suma, un triunfo todo sumado merecido para el rossonero, que sigue demostrando su poco equilibrio pero ofrece gran espectáculo y no traicciona la filosofía ofensiva y valiente de su entrenador. Cagliari jugó su mejor partido de los últimos tiempos y estuvo cerca de un prestigioso empate, pero evidentemente había en la cancha una enorme diferencia de motivaciones.
Udinese 3 - 0 Juventus
Alexis Sánchez fue la figura en el triunfo de Udinese sobre Juventus
ROMA- Udinese recibió a Juventus y le ganó cómodamente por 3 a 0 con goles de Alexis Sánchez, Simone Pepe y Antonio Di Natale.
De esta manera, los locales suman 35 unidades y se ubican en la decimoquinta posición de la tabla, que comparten con Bologna, mientras que la Vieja Señora se quedó con 48 puntos y en este momento es la séptima fuerza del torneo.
Los bianconeri empezaron con un buen ritmo y parecían bien parados sobre la cancha, pero alcanzó un ataque de Udinese para ver que, en realidad, en fase defensiva no estaban para nada preparados a los movimientos del tridente de sus adversarios.
En efecto, al noveno minuto Di Natale cortó profundo, un poco por izquierda, recibió un pelotazo y sacudió un zurdazo que se estampó sobre el primer palo, con el balón que le quedó ahí a Sánchez para empujarlo adentro. El gol tempranero le dio una enorme ventaja al local, que pudo jugar como prefiere, es decir con contras rápidas en grandes espacios. Así, el primer tiempo se fue con una estéril maniobra juventina y algunos peligrosos contraataques de Udinese.
En el complemento la visita bajó un poco más convencida y cínica, pero la prisa de empatar la puso nerviosa y determinó algún error de más en el medio. En particular, el fruto de esa ansia fue que el equipo se paró muy arriba en la cancha y abandonó cada tipo de prudencia defensiva, dejándoles cada vez más espacio a los veloces atacantes del conjunto de Marino.
Así, primero Udinese avisó con un par de increíbles bajadas de Sánchez, quien metió algunos balones de oro en el área que no fueron gol sólo porque sus compañeros no supieron aprovechar correctamente. Al final, al minuto 20, con dos pases verticales inteligentes y hermosos, Udinese transformó una jugada defensiva en ofensiva y el delantero chileno se fue mano a mano con Manninger: el portero tapó muy bien con un pie, pero Pepe pudo recoger el rebote sobre el límite del área para mandarla a guardar con un disparo fuerte y certero.
El segundo gol determinó que los locales jugaran aún más tranquilos y que la Vieja Señora atacara con mayor desesperación: en ese marco, los bianconeri hubieran merecido anotar por lo menos un tanto, pero un poco de suerte contraria y mucha mala puntería le negaron esa alegría, con todo que Handanovic pifió un par de balones de manera bochornosa y la visita hubiera podido descontar con cierta facilidad.
En cambio del descuento, lo que se vio fue el tercero de Udinese, absolutamente merecido por cantidad de ocasiones vistas y por la calidad de la jugada con la que Di Natale selló su 22° gol en campeonato: Isla y Sánchez tiraron una hermosa pared toda de primera y, siempre de primera, el volante la jugó sobre el límite del área para "Totó il Grande", quien la paró con la suela y, amagando de rematar sobre el segundo palo, cerró el disparo y metió la pelota a lado del primer poste, a la derecha del arquero.
En el tiempo que quedó Udinese lució todas sus distracciones defensivas, a frente de una Juventus que mostró sus grandes dificultades para anotar. Así, el resultado quedó invariado y el conjunto friulano pudo mantener a distancia de seguridad la zona descenso.
Juventus, por su parte, sigue a tres puntos de la cuarta plaza, que vale el último acceso disponible a la Champions. Sin embargo, con este tipo de performances le será difícil hasta clasificarse a la más humilde Europa League.
De esta manera, los locales suman 35 unidades y se ubican en la decimoquinta posición de la tabla, que comparten con Bologna, mientras que la Vieja Señora se quedó con 48 puntos y en este momento es la séptima fuerza del torneo.
Los bianconeri empezaron con un buen ritmo y parecían bien parados sobre la cancha, pero alcanzó un ataque de Udinese para ver que, en realidad, en fase defensiva no estaban para nada preparados a los movimientos del tridente de sus adversarios.
En efecto, al noveno minuto Di Natale cortó profundo, un poco por izquierda, recibió un pelotazo y sacudió un zurdazo que se estampó sobre el primer palo, con el balón que le quedó ahí a Sánchez para empujarlo adentro. El gol tempranero le dio una enorme ventaja al local, que pudo jugar como prefiere, es decir con contras rápidas en grandes espacios. Así, el primer tiempo se fue con una estéril maniobra juventina y algunos peligrosos contraataques de Udinese.
En el complemento la visita bajó un poco más convencida y cínica, pero la prisa de empatar la puso nerviosa y determinó algún error de más en el medio. En particular, el fruto de esa ansia fue que el equipo se paró muy arriba en la cancha y abandonó cada tipo de prudencia defensiva, dejándoles cada vez más espacio a los veloces atacantes del conjunto de Marino.
Así, primero Udinese avisó con un par de increíbles bajadas de Sánchez, quien metió algunos balones de oro en el área que no fueron gol sólo porque sus compañeros no supieron aprovechar correctamente. Al final, al minuto 20, con dos pases verticales inteligentes y hermosos, Udinese transformó una jugada defensiva en ofensiva y el delantero chileno se fue mano a mano con Manninger: el portero tapó muy bien con un pie, pero Pepe pudo recoger el rebote sobre el límite del área para mandarla a guardar con un disparo fuerte y certero.
El segundo gol determinó que los locales jugaran aún más tranquilos y que la Vieja Señora atacara con mayor desesperación: en ese marco, los bianconeri hubieran merecido anotar por lo menos un tanto, pero un poco de suerte contraria y mucha mala puntería le negaron esa alegría, con todo que Handanovic pifió un par de balones de manera bochornosa y la visita hubiera podido descontar con cierta facilidad.
En cambio del descuento, lo que se vio fue el tercero de Udinese, absolutamente merecido por cantidad de ocasiones vistas y por la calidad de la jugada con la que Di Natale selló su 22° gol en campeonato: Isla y Sánchez tiraron una hermosa pared toda de primera y, siempre de primera, el volante la jugó sobre el límite del área para "Totó il Grande", quien la paró con la suela y, amagando de rematar sobre el segundo palo, cerró el disparo y metió la pelota a lado del primer poste, a la derecha del arquero.
En el tiempo que quedó Udinese lució todas sus distracciones defensivas, a frente de una Juventus que mostró sus grandes dificultades para anotar. Así, el resultado quedó invariado y el conjunto friulano pudo mantener a distancia de seguridad la zona descenso.
Juventus, por su parte, sigue a tres puntos de la cuarta plaza, que vale el último acceso disponible a la Champions. Sin embargo, con este tipo de performances le será difícil hasta clasificarse a la más humilde Europa League.
Lazio 1 - 1 Napoli
Lazio y Nápoli, una igualdad que les sirve de poco a ambos
ROMA- En el estadio Olímpico de Roma, Lazio y Nápoli igualaron por 1 a 1, gracias a los goles de Sergio Floccari y Marek Hamsik. Así, el Burro ocupa la sexta posición de la tabla con 49 puntos, mientras que los capitalinos suman 34 unidades y son el decimosexto equipo de la clasificación.
El match se puso enseguida bien para los locales, que al tercer minuto se pusieron en ventaja: Mauri se fue por izquierda y metió un buen centro tenso hacia el medio del área, donde Floccari cabeceó con increíble potencia y mandó el balón al fondo de la red.
Los celestes reaccionaron muy bien al gol de sus rivales y salieron a buscar el empate, con su clásico buen juego sobre las franjas, ayudado por una posición bastante alta sobre el campo. Así, Zúniga antes y Quagliarella después tuvieron un par de buenas ocasiones para anotar, pero primero Muslera y luego la mala puntería del atacante salvaron a Lazio.
Por su parte, el local intentó cerrar el partido con alguna jugada de pelota parada, como cuando Kolarov pudo recoger un balón muerto en el área para sacudir un remate que De Sanctis tapó con seguridad.
Al final, al minuto 38 llegó el empate: dese la izquierda, Quagliarella metió un centro hermoso y muy inteligente para el corte de Hamsik, quien ingresando por el segundo palo alcanzó el balón solamente a pocos pasos de la línea de fondo, pero con un toque delicioso logró meterlo adentro cerca del poste opuesto, ayudado también por una salida bastante equivocada de Muslera.
Enseguida después, el portero albiceleste se hizo perdonar el "medio" error anterior con una grandísima tapada para desviar al córner un peligroso remate de Lavezzi. En el complemento, Lazio empezó con una buena chance para el 2 a 1, pero luego fue sólo Nápoli hasta el final.
El arquero uruguayo recompensó plenamente a sus compañeros por el gol sufrido con muchas buenas atajadas, fundamentales para aguantar el empate. En ese marco, un Nápoli bien dirigido por Hamsik, la figura de la cancha, hubiera merecido llevarse los tres puntos, pero su incapacidad de mandarla a guardar, junto a la sólida defensa de Lazio, justificaron el empate.
Al final el local hasta pudo vencer el match, cuando Mauri recibió solo en buena posición pero disparó muy mal y envió el esférico muy por arriba del travesaño. Así, Lazio sigue en su camino lento hacia la permanencia, si bien en esta fecha perdió dos puntos respecto a Atalanta, mientras que Nápoli perdió una buena chance para atrapar momentáneamente a Palermo en la tabla e intentar alejarse de Fiorentina y Genoa.
El match se puso enseguida bien para los locales, que al tercer minuto se pusieron en ventaja: Mauri se fue por izquierda y metió un buen centro tenso hacia el medio del área, donde Floccari cabeceó con increíble potencia y mandó el balón al fondo de la red.
Los celestes reaccionaron muy bien al gol de sus rivales y salieron a buscar el empate, con su clásico buen juego sobre las franjas, ayudado por una posición bastante alta sobre el campo. Así, Zúniga antes y Quagliarella después tuvieron un par de buenas ocasiones para anotar, pero primero Muslera y luego la mala puntería del atacante salvaron a Lazio.
Por su parte, el local intentó cerrar el partido con alguna jugada de pelota parada, como cuando Kolarov pudo recoger un balón muerto en el área para sacudir un remate que De Sanctis tapó con seguridad.
Al final, al minuto 38 llegó el empate: dese la izquierda, Quagliarella metió un centro hermoso y muy inteligente para el corte de Hamsik, quien ingresando por el segundo palo alcanzó el balón solamente a pocos pasos de la línea de fondo, pero con un toque delicioso logró meterlo adentro cerca del poste opuesto, ayudado también por una salida bastante equivocada de Muslera.
Enseguida después, el portero albiceleste se hizo perdonar el "medio" error anterior con una grandísima tapada para desviar al córner un peligroso remate de Lavezzi. En el complemento, Lazio empezó con una buena chance para el 2 a 1, pero luego fue sólo Nápoli hasta el final.
El arquero uruguayo recompensó plenamente a sus compañeros por el gol sufrido con muchas buenas atajadas, fundamentales para aguantar el empate. En ese marco, un Nápoli bien dirigido por Hamsik, la figura de la cancha, hubiera merecido llevarse los tres puntos, pero su incapacidad de mandarla a guardar, junto a la sólida defensa de Lazio, justificaron el empate.
Al final el local hasta pudo vencer el match, cuando Mauri recibió solo en buena posición pero disparó muy mal y envió el esférico muy por arriba del travesaño. Así, Lazio sigue en su camino lento hacia la permanencia, si bien en esta fecha perdió dos puntos respecto a Atalanta, mientras que Nápoli perdió una buena chance para atrapar momentáneamente a Palermo en la tabla e intentar alejarse de Fiorentina y Genoa.
Catania 2 - 0 Palermo
Catania venció a Palermo con doblete de Maxi López
ROMA (ESPNdeportes.com) - Gracias a un gran doblete del argentino Gastón Maxi López, la figura del partido en el día de su 26° cumpleaños, Catania le ganó el clásico de la Sicilia a Palermo por 2 a 0 y, de esta manera, suma 38 unidades y comparte con Chievo el decimotercero escalón del torneo, mientras que los rosanegros se quedaron parados con 51 puntos y ahora se ubican junto a Sampdoria en la cuarta plaza de la tabla.
El partido fue merecidamente ganado por los locales, quienes jugaron realmente muy bien y liquidaron el match en el primer tiempo, aprovechando de dos clamorosos errores de Palermo que, evidentemente, se achicó frente a un compromiso tan importante.
En efecto, luego de un feo comienzo, con los dos equipos muy cuidadosos y con los jugadores bastante trabados, al minuto catorce Goian le regaló el balón a Maxi López a unos cinco metros afuera del área, algo por derecha. Así, el delantero local se fue mano a mano con el arquero y anotó con un derechazo rasante y cruzado el gol del 1 a 0.
La abertura del marcador despertó el partido, porque los rosanegros se tiraron para adelante con todo y los muchachos de Mihajlovic, bien parados en fase defensiva y controlando sin problemas los ataques adversarios, tuvieron mucho espacio para armar las contras.
A pesar del radical cambio del encuentro, la clave de todo el desafío siguió estando en los muchos errores en el armado por parte de la visita: efectivamente, tanto Miccoli ahí arriba cuanto, sobre todo, Liverani en el medio, equivocaron muchísimos balones que le impidieron a Palermo construir, mientras que les permitieron a los locales crear peligrosas ocasiones.
Fue justamente de uno de esos increíbles errores de Liverani que nació el segundo: el volante metió un pase corto a la nada sobre el círculo central de la cancha, Martínez lo recogió y se fue a toda velocidad, llegó hasta el fondo por derecha y metió el balón bajo hacia el vértice derecho del área chica, donde Maxi López llegó en anticipo y tuvo sólo que rematar fuerte para salir a gritar su doblete. En la ocasión, lamentablemente Martínez sufrió una lesión muscular y tuvo que ser sustituido por Pablo Ledesma.
A todo eso, la visita logró crear alguna buena jugada gracias a los únicos dos jugadores a los que no les temblaron las piernas, Pastore y Balzaretti, quienes por izquierda dialogaron muy bien y mantuvieron vivas las esperanzas de su equipo.
En el complemento los rosanegros atacaron con aún mayor convicción y hubieran podido anotar el descuento al primer minuto, pero Cavani remató horrible estando solo a pocos pasos del portero. Sin embargo, el guión no cambió mucho, porque Palermo siguió equivocando muchísimo y Catania tuvo muchísimas chances de contraataque.
Las cosas cambiaron a los diecisiete minutos, cuando Rossi finalmente se decidió a sacarlo a Liverani y lo puso a Bértolo (¡con su ingreso fueron nueve los argentinos sobre el campo!). Con el argentino en la cancha, su equipo paró con los regalos en el medio y pudo construir con mayor claridad.
De todas maneras, el asedio rosanegro y su exagerada exposición a las contras no lograron cambiar el marcador, si bien en realidad hubo tantas ocasiones que ambos equipos hubieran podido anotar un par de tantos cada uno. Al final fue Catania el vencedor del derby siciliano, con tres puntos que tienen el sabor de la permanencia y el dulce retrogusto de haberle hecho una pequeña maldad a los eternos enemigos palermitanos, que ahora fueron alcanzados por Sampdoria en la cuarta plaza.
El partido fue merecidamente ganado por los locales, quienes jugaron realmente muy bien y liquidaron el match en el primer tiempo, aprovechando de dos clamorosos errores de Palermo que, evidentemente, se achicó frente a un compromiso tan importante.
En efecto, luego de un feo comienzo, con los dos equipos muy cuidadosos y con los jugadores bastante trabados, al minuto catorce Goian le regaló el balón a Maxi López a unos cinco metros afuera del área, algo por derecha. Así, el delantero local se fue mano a mano con el arquero y anotó con un derechazo rasante y cruzado el gol del 1 a 0.
La abertura del marcador despertó el partido, porque los rosanegros se tiraron para adelante con todo y los muchachos de Mihajlovic, bien parados en fase defensiva y controlando sin problemas los ataques adversarios, tuvieron mucho espacio para armar las contras.
A pesar del radical cambio del encuentro, la clave de todo el desafío siguió estando en los muchos errores en el armado por parte de la visita: efectivamente, tanto Miccoli ahí arriba cuanto, sobre todo, Liverani en el medio, equivocaron muchísimos balones que le impidieron a Palermo construir, mientras que les permitieron a los locales crear peligrosas ocasiones.
Fue justamente de uno de esos increíbles errores de Liverani que nació el segundo: el volante metió un pase corto a la nada sobre el círculo central de la cancha, Martínez lo recogió y se fue a toda velocidad, llegó hasta el fondo por derecha y metió el balón bajo hacia el vértice derecho del área chica, donde Maxi López llegó en anticipo y tuvo sólo que rematar fuerte para salir a gritar su doblete. En la ocasión, lamentablemente Martínez sufrió una lesión muscular y tuvo que ser sustituido por Pablo Ledesma.
A todo eso, la visita logró crear alguna buena jugada gracias a los únicos dos jugadores a los que no les temblaron las piernas, Pastore y Balzaretti, quienes por izquierda dialogaron muy bien y mantuvieron vivas las esperanzas de su equipo.
En el complemento los rosanegros atacaron con aún mayor convicción y hubieran podido anotar el descuento al primer minuto, pero Cavani remató horrible estando solo a pocos pasos del portero. Sin embargo, el guión no cambió mucho, porque Palermo siguió equivocando muchísimo y Catania tuvo muchísimas chances de contraataque.
Las cosas cambiaron a los diecisiete minutos, cuando Rossi finalmente se decidió a sacarlo a Liverani y lo puso a Bértolo (¡con su ingreso fueron nueve los argentinos sobre el campo!). Con el argentino en la cancha, su equipo paró con los regalos en el medio y pudo construir con mayor claridad.
De todas maneras, el asedio rosanegro y su exagerada exposición a las contras no lograron cambiar el marcador, si bien en realidad hubo tantas ocasiones que ambos equipos hubieran podido anotar un par de tantos cada uno. Al final fue Catania el vencedor del derby siciliano, con tres puntos que tienen el sabor de la permanencia y el dulce retrogusto de haberle hecho una pequeña maldad a los eternos enemigos palermitanos, que ahora fueron alcanzados por Sampdoria en la cuarta plaza.
OTROS RESULTADOS
Parma 1 - 1 Fiorentina
Genoa 1 - 1 Livorno
Chievo Verona 1 - 2 Sampdoria
Atalanta 2 - 0 Siena
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